Dueño de la Liga MX no se anduvo con tapujos y reveló en Twitter la razón por la que Yon de Luisa decidió renunciar a la Femexfut.
La renuncia de Yon de Luisa cayó como balde de agua fría a la Selección Mexicana, pero al parecer no fue una sorpresa para el Comité de Dueños de la Liga MX esta decisión. O al menos eso reveló Salinas Pliego, dueño del Mazatlán.
Y es que esta vez comprobamos que muchas veces los hombres son más chismosos que las mujeres.
Pues Salinas nadie le preguntó literal y anduvo ventilando en su cuenta de Twitter los detalles de cómo se dio la renuncia de Yon.
Según el polémico empresario, que por cierto se ubica como el tercer empresario mexicano más billetudo del país según Forbes, fue por culpa del Mundial de Qatar 2022, que Yon decidió irse.
Pues seamos realistas Juanáticos, de plano fue un FRACASOTOTE que no se pasara a octavos de final, algo que no sucedía desde 1994.
“Platicamos con Yon de Luisa y nos explicó sus motivos para no postularse para otro periodo al frente de la Federación Mexicana de Futbol, que son: Los malos resultados de la Selección Nacional en Qatar. La reestructura que estamos llevando a cabo en la parte Deportiva de la Federación para mejorar los resultados de Selección Nacional”. RICARDO SALINAS PLIEGO
De acuerdo al dueño de TV Azteca, lamentó que Yon se les fuera pues realmente había ayudado al futbol mexicano. Y confesó que no será sencillo encontrar a su sucesor.
“Lamento su partida porque Yon es un hombre íntegro y conocedor del entorno del futbol y no será fácil encontrar su reemplazo. Le deseo la mejor suerte en el desempeño de los puestos que seguirá manteniendo en representación de México en CONCACAF y en FIFA” RICARDO SALINAS PLIEGO
Y claro que será complicado sustituir a Yon, pues al final fue el que fraguó el retorno de la Copa del Mundo a México. Ya que hay que reconocerle que se mueve como pececito en el agua en la FIFA.
En donde, por cierto, les filtramos que anda buscando un puesto de esos que solo unos cuantos tienen, para que lo traigan en el radar Juanáticos, y no nos los agarren desprevenidos cuando se anuncie.
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